Lo peor son las buenas ideas.
Hace meses, si meses, comenzamos con un proyecto de Aplicación para llevar al Despacho a la cima del avance tecnológico.
Son muchas las señales que se han ido mostrando por el camino de la “mejora constante” y la “reinvención” y de ahí la idea del cambio a otro modelo de negocio, en nuestro articulo “Abriendo mercados, el desarrollo de una linea de Smart Contract” +- analizábamos las infinitas posibilidades del nuevo entorno tecnológico y el mercado que parecía estar ahí disponible, las cifras para este 2023 se estimaban en doscientos sesenta y cinco millones de Euros.
De ahí que pareciera una buena idea…
La Realidad se come todo.
De la idea anterior se lanzaba la posibilidad de entrar en un mercado nuevo a través del diseño y producción de una linea de Smart Contract con unos elementos muy definidos, un despacho de abogados tradicional y la poca financiación para el desarrollo de la idea, proyecto.
Comenzaba todo con las ganas de lo nuevo, si bien pronto empezaría la realidad.
El despacho debe o encontrar un programador o programarlo el mismo.
En los despachos de abogados no se encuentran programadores, si bien puede haber muchas ganas de conocer este trabajo no se da en el campo del Derecho.
Por ello es necesario encontrar profesionales que puedan llevar al lenguaje jurídico a la lengua madre que entienda el Ordenador, digamos traductores, programadores.
Aquí se comienza con una verdadera Odisea en la que como Ulises se pierde dado los designios de los dioses, el viaje comienza, pero puede ser muy, muy largo.
La palabreja técnica es que el despacho debe conseguir un “Technical Founder”, un socio para el Despacho que sepa programar y se encargue del desarrollo técnico.
Resumiendo, es una tarea imposible como las doce pruebas de Hércules.
La Búsqueda.
De la mejor idea se llega a la idea menos mala y de esta se pasa a la idea desesperante, encontrar un socio que programe es prácticamente imposible.
Se habla, dicen las malas lenguas que si no se encuentra un socio así hay lugares del mundo, globalización, programadores mas que dispuestos a cooperar en el negocio, todos entonces miran a países como India o China, con la realidad que se come todo, como ya decíamos, es tarea complicada que un Despacho Tradicional llegue a conocer estos programadores y sus servicios, difícil, difícil.
Recomendamos una visita a https://www.upwork.com/hire/indian-programmers/landing/?utm_campaign=SEM_GGL_INTL_NonBrand_Marketplace_L3_webdesign_BROAD_Tier3&utm_medium=cpc&utm_content=145440038353&utm_term=indian%20developers&campaignid=19094884507&matchtype=b&device=c&partnerId=CjwKCAiAh9qdBhAOEiwAvxIokyRGS8xCD0eWvyU5-Z4s0fceObYs4qDo3Xanv24DCpBdy8Grqu5rzhoCtnwQAvD_BwE&utm_source=google&cq_cmp=19094884507&cq_plac&cq_net=g donde se pueden sacar las propias conclusiones.
A modelo de ejemplo, Despacho de Abogados, Tradicional, toma contacto con Devadutta, programador indio, por ejemplo, para realizar una app de Smart contracts, a los diez minutos el programador cuelga la llamada por Teams.
¿Dónde esta el problema en esta comunicación? Mas que el problema lo que nace, necesitan un traductor del idioma tradicional al idioma tecnológico. Aquí surge otro detalle que no se tenía en cuenta a la hora de la “brillante idea” aparece el intermediario.
Las aparentes barreras se dicen superar sin embargo y como ejemplo un extracto de un informe de seguimiento entre un Despacho Tradicional y un informático:
“el tema de la verificación «digital» no resultó evidente, así como la tunelización de las comunicaciones, y las compatibilidades de configuraciones entre las distintas máquinas y aplicaciones…”.
A buen entendedor sobran las palabras.
Un breve reflexión.
Nuestro anterior post, https://wandalegaltech.com/abriendo-mercados-el-desarrollo-de-una-linea-de-smart-contract/ mostraba una posibilidad de abrir el mercado.
Sin embargo, no es tan aparentemente sencillo basar toda la estrategia de mercado en el desarrollo de Smart Contract y derivados.
Nivel de especialización, “problemillas de comunicación”, visiones completamente diferentes del mundo llevan a replantear proyectos de este calado.